Perdido en las penumbras:

  Me encontraba en el interior de un colegio y deambulaba por los pasillos de un colegio en medio de la obscuridad. Miraba por todos lados buscando ayuda y alguien que me pudiese orientar. En el sueño, era solamente un niño, perdido; más no asustado. Así fue como llegué a un lugar en donde había mucha gente. Me parecía que era una sala de profesores; toda la acción y el trajín ocurría detrás de una puerta en donde estaban platicando alegremente aquellos docentes. Podía verlos a través de unas ventanas. Desde el interior, el lugar despedía una luz tenue pero cálida. A pesar de que me sentí amparado y bienvenido por esas personas, pasé de largo y me encontré con una bella enfermera con un hermoso cabello castaño oscuro; cuya extensión llegaba a cubrir un poco más abajo de sus orejas. Llevaba una falda larga y un chaleco azul pacífico. Entonces me acerqué en dirección hasta donde estaba aquella bondadosa mujer y me tomó de su mano, ambos nos dirijimos con rumbo desconocido por aquel amplio pasillo, dejando atrás aquel bullicio.