El zorro NewmanNewman

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 Luego de ser despertado por unos impertinentes ronquidos, he decidido compartir en sueño. Todo comenzaba en una especie de negocio o minimarket en la carretera en donde se vendía un extraño producto. Para pedirlo, habia que ser mayor de edad  y decirle a un guardia con toda seguridad y sin la menor vacilación: Buena onda hermano, dame El Zorro Newman. Para que se pudiese esbozar esta frase, y merecer este producto, había que hacerlo con un tono seguro, mirando a los ojos al guardia. Tenias que ser seguro de ti mismo para merecerlo. Algunos decían la frase y les cambiaba la voz; a otros en cambio, les provocaba eructar para luego pedir por favor que se lo dieran, con una voz menos segura y algo más adolescente. Otros en cambio, creyéndose más astutos, llegaban disfrazados, tratando de engañar al guardia. Pero este entrenado hombre no se dejaba engañar, pues, con una mirada de su ojo lograba desenmascararlos al instante. Y muchos eran los que no pasaban la prueba. Esto es Oníriko, el blog de los sueños de Ronymaru.